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El alimento de los Dioses.

  • Jaishankar
  • 7 feb 2017
  • 8 Min. de lectura

ALIMENTO PARA LA CONCIENCIA


Todo lo que existe en el universo está compuesto por energía, y por lo tanto, también nuestro cuerpo.


La ciencia actual proclama que nuestro cuerpo utiliza las moléculas físicas de los alimentos para proporcionar energía y sustancias para la construcción, preparación y regulación de los diferentes tejidos.


Sin embargo, la ciencia aún no ha profundizado en el efecto de los alimentos en la mente. Aún así, sí es demostrable según que efectos en la mente causados por la alimentación...

Es posible observar y analizar el efecto negativo de aquellos alimentos que han sido exageradamente refinados, los cuales son causantes directos de enfermedades cómo hiperactividad o dificultad en el aprendizaje. Uno solo debe remitirse a los estudios estadístico-científicos realizados en los Estados Unidos, para observar con claridad lo nocivo que puede resultar según que tipo de alimentación.


Por otro lado, podemos observar como quienes cambian sus tendencias alimenticias hacia una dieta más sana y sutil, aumentan su bienestar mental y autoestima.


El Universo está en constante vibración, pues está básicamente formado por energía vibratoria (Teoría de la Relatividad, Einstein). Por lo tanto, podemos entender la materia como materia en movimiento o proceso de vibración lento.


Los alimentos no se escapan a esta teoría, pues también son materia. Así como en el universo y la materia existen diferentes frecuencias vibratorias, unas más bajas y unas más altas (las más sutiles), éstas también están presentes en la materia alimenticia.


Los alimentos tienen una vibración propia, sin embargo, ésta puede verse modificada con la posterior manipulación. Es decir, la forma en que son tratados los alimentos, no sólo afecta a éstos, si no también a quienes los consumimos.


Aquellos alimentos que son tratados con amor y respeto, ciertamente se impregnarán de energía sutil y positiva, mientras que aquellos que son manipulados con falta de cariño y desprecio, reducirán su energía sutil, y desarrollarán energía estática.


LA DIETA DE LOS YOGUIS, ALIMENTO DE DIOSES


Hace milenios, los antiguos yoguis descubrieron los diferentes efectos de los alimentos, y su relación con las prácticas espirituales.


Clasificaron los alimentos en tres categorías. A la primera categoría la llamaran Sattvika o sutil, y es aquella que incluye aquellos alimentos que son altamente beneficiosos para el cuerpo y la mente. Esta primera categoría alimenticia es caracterizada por la energía pura y blanca.

La siguiente categoría fue llamada Rajásica o mutativa. En esta, intervendrían aquellos alimentos que estimulan el organismo, y que por ende, no son del todo recomendables para quienes buscan la espiritualidad mediante la serenidad mental y física.

A la tercera categoría la llamaron Tamásica o estática, y es la que contiene aquellos alimentos que no son ni buenos para el cuerpo ni para la conciencia. Esta última categoría está basada en la energía estática, que es negra, y que por lo tanto, “crudifica” nuestro ser.




Los alimentos sutiles o Sattivikos, son altamente beneficiosos tanto para quienes buscan la espiritualidad, como para quienes no la buscan.


Nuestro cuerpo es energético, por lo que también se alimenta de energía. Si uno nutre a su organismo con alimentos sutiles, será capaz de observar una mejora considerable en sus funciones. La alimentación que se basa en la pureza es ciertamente garantía de salud, tanto a nivel físico como mental. Sin embargo, quienes se alimentan con energía estática, ciertamente verán mermar su salud, así como sus capacidades psíquico-espirituales.


Quien se nutre de vida, no debe temer a la enfermedad, pues su organismo es puro y sutil.


A continuación, dejaremos constancia de la clasificación de los alimentos según su energía:


  1. Alimentos Sattvikos o sutiles:

-Frutas

-La mayoría de las verduras

-Frutos secos

-Cereales

-La mayoría de las legumbres

-Productos lácteos

-Cantidades moderadas de hierbas y condimentos

  1. Alimentos Rajásicos o mutativos:

-Bebidas con cafeína (Te, café, refrescos de cola...)

-Chocolate

-Bebidas gaseosas (refrescos)

-Según que medicamentos

-Una cantidad excesiva de condimentos

-Alimentos altamente picantes, o que enturbien el funcionamiento normal del organismo

  1. Alimentos Tamásicos o estáticos:

-Todo tipo de carnes

-Todo tipo de pescados

-Cualquier producto que contenga materia animal

-Huevos

-Cebollas y Puerros (y alimentos de la misma familia)

-Ajos (y sus variedades)

-Setas y hongos

-Alimentos fermentados, en descomposición, o cocinados tiempo atrás

-Según que especias (todas las que contengan ajo, y el Gran Masala)

-Rábano y rabanito

-Lenteja “masur” (lenteja naranja de la India)

-Azúcar refinado

-El yogur y el pepino por la noche (completamente permitidos durante el día)

-Alcohol y tabaco

-Drogas (de cualquier tipo)


Si uno realmente quiere establecerse en la sutilidad, deberá seguir una dieta que solamente contenga alimentos Sattvikos (sutiles). En caso contrario, su organismo fallará con más frecuencia, además, la práctica espiritual (meditación, yoga...) resultará completamente imposible.


Muchos se preguntarán por qué los ajos, las cebollas y las setas están incluidas en el grupo de los alimentos estáticos... La razón vuelve a ser la energía.

Éstos alimentos, aún siendo vegetarianos, poseen una energía altamente “cruda”, es decir, negativa para la conciencia. Además, son altamente tóxicos. Varios estudios demuestras la toxicidad de los ajos, alegando la imposibilidad de ser asimilados por nuestro organismo. Lo mismo ocurre con los hongos y setas, los cuales crecen de la materia en descomposición, la cual, es sin lugar a duda, poseedora de una energía “negra”, es decir, altamente estática.


Quien sigue la dieta sutil, tiene en gran medida, la victoria espiritual asegurada. Quien no, verá mermados sus esfuerzos...


CONSEJOS ÚTILES


A continuación, enumeramos algunos consejos para llevar a cabo una correcta alimentación:



  1. Coma solo cuando sienta hambre, no se siente a comer si se siente deprimido, desmotivado o enfadado...

  2. Prepare los alimentos con amor y felicidad, pues éstos son un regalo divino. No cocine cuando está enfermo, tampoco lo haga cuando su estado de ánimo sea negativo.

  3. Trate los alimentos y utensilios como si fuesen una expresión más de Dios, de la Conciencia Suprema.

  4. Utilice utensilios de cocina (ollas, tenedores, cucharas, recipientes...) que no hayan sido utilizados para preparar alimentos no vegetarianos.

  5. Mantenga la cocina limpia.

  6. Concéntrese lo máximo posible en el acto de cocinar, no se distraiga con otros pensamientos.

  7. Coma alimentos crudos en abundancia de vez en cuando.

  8. No beba mientras come, beba antes y después. Beber mientras se come, resulta perjudicial, pues los ácidos encargados de digerir los alimentos se diluyen con facilidad.

  9. Coma pausadamente, mastique la comida y recuerde que se trata de una manifestación más de Dios.

  10. Hable lo mínimo mientras come.

  11. Coma acompañado siempre que sea posible. Compartir la comida ayuda a la sociabilidad, evita la avaricia, y reduce la gula.

  12. Coma a intervalos (desayuno, comida y cena). Evite siempre que pueda las comidas intermedias (meriendas).

  13. Realice unos minutos de meditación antes de cada comida.

  14. Lávese las manos después de cada comida.

  15. Pare de comer en cuanto se sienta saciado. No coma por placer, si no por el echo de alimentarse.

  16. De siempre las gracias a Dios antes y después de cada comida.

  17. Evite comer con prisas. Después de comer, permanezca sentado un buen rato y evite el ejercicio.

  18. Coma sentado, pues comer de pié resulta perjudicial para el organismo y la digestión.






VEGETARIANISMO, LA MEJOR OPCIÓN


Hay varias razones por las que uno debería elegir la dieta vegetariana.


Para empezar, uno debería remitirse a la biología. El cuerpo humano es sin duda “vegetariano”, pues está expresamente diseñado para ello...


Nuestra fisiología, nuestras funciones corporales y sistema digestivo, son ciertamente dignas de los animales herbívoros. Si uno analiza al animal carnívoro, observará como su aparato digestivo es relativamente corto, lo que les posibilita la rápida evacuación de los desechos fecales. Además, éstos poseen una saliva altamente ácida, la que no contiene la enzima ptialina, que es necesaria para la pre-digestión de los cereales. Lo que es más, su morfología dental está diseñada para desgarrar la carne, ya que poseen dientes frontales puntiagudos que sirven a dicho propósito.


Por el contrario, el ser humano posee las características de los animales herbívoros. Poseemos un intestino largo, el que posibilita la digestión lenta de frutas y verduras. Además, nuestro ácido clorhídrico es bajo en ácido, factor común entre los animales herbívoros. Hay que añadir, que el ser humano sí posee la enzima encargada de la pre-digestión de los cereales, así como molares que facilitan el acto de moler granos y verduras...


Un mito muy extendido es aquel que dice “siempre hemos sido carnívoros, no hay motivo para atentar contra la forma en que siempre nos hemos alimentado”...


Este mito es ciertamente falso. Estudios recientes demuestran que en la Prehistoria, el ser humano se alimentaba solo de alimentos vegetarianos (frutas, cereales, granos, verduras...). Fue solo a partir de la Época Glacial, cuando los seres humanos, por necesidad, empezaron a ingerir alimentos no vegetarianos (carnes y pescados).


Sin embargo, muchos no se conforman con la perspectiva histórica. Pues bien, también es posible afirmar que el consumo de carne (incluimos pescado y cualquier producto que contenga materia animal), es sin duda un factor de riesgo para la salud. Varios estudios demuestran que quienes siguen una dieta estrictamente vegetariana, son menos propensos a enfermar, así como a desarrollar cualquier cáncer (absténganse casos en los que actúa el factor genético hereditario).


La carne y el pescado pueden equipararse a los cadáveres, pues en realidad se trata de “algo muerto”. Estudios científicos brindan luz sobre ello, proclamando que la carne contiene algunas sustancias solo presentes en los cadáveres putrefactos...


Además, también es posible observar como quienes no consumen carne, tienen menos posibilidades de sufrir alguna enfermedad del corazón, así como también en los riñones o de padecer “gota”.


RESPETA LA VIDA


Uno puede pensar que el vegetariano también “mata” a un ser vivo cuando consume alimentos de la tierra. Esta afirmación es completamente cierta, pues las plantas también poseen, de forma menos desarrollada, una conciencia. Sin embargo, quién respira también atenta contra la vida de miles de millones de partículas vivientes...


Entonces, ¿dónde se encuentra el límite?... Uno deberá calibrar siempre el nivel de conciencia del alimento que vaya a consumir. Siempre resulta preferible elegir aquellos alimentos en que la vida es menos desarrollada, como es el caso de los alimentos que conforman el estilo de vida vegetariano.


Siempre que sea posible, uno debe descartar matar a un ser con una conciencia desarrollada, así como también alimentarse de él. Sin embargo, quienes se encuentran en condiciones extremas, en las que no sea posible encontrar un alimento vegetariano, queda completamente eximido de dicha responsabilidad, pues preservar la propia vida es una obligación y mandato (jamás un derecho) divino.


LA DIETA VEGETARIANA CUBRE TODAS TUS NECESIDADES


Hay quien cree que el vegetariano está falto de nutrientes y proteínas. Ésta es una creencia falsa, pues el vegetariano, ciertamente sentirá mucha más vitalidad y energía que el que se alimenta de materia animal o estática.


El verdadero vegetariano siempre se preocupará por incluir todos los tipos de nutrientes en sus comidas (proteínas vegetales, minerales, hidratos, grasas y vitaminas). La alimentación antes descrita (alimentación Sattvika o sutil) cubre completamente todas las necesidades del organismo humano.


Además, siendo vegetariano, incrementarás la probabilidad de experimentar la espiritualidad... Quien sigue el “vegetarianismo”, y aún mejor, quien sigue la alimentación sutil (sattvika), será ciertamente más propenso a la sutilidad, y por ende, a experimentar Samadhi (trance espiritual). Debemos recordar que el trance espiritual se trata de la conexión directa con la Conciencia Suprema o Purushottama, mediante la elevación de la Kundalini (energía espiritual situada en la base de la columna vertebral, y que se encuentra en estado latente), y con el consecuente sumergimiento de la mente individual en la mente cósmica sin atributos.



CONCLUSIÓN


Ahora ya conoces el secreto que esconden los alimentos, así como la forma correcta de alimentarte. De ti depende sutilizar tu ser, de ti depende sutilizar tu entorno...


“Quien trata todo lo existente manteniendo su mente en la ideación de Dios, ciertamente conocerá los secretos del universo, pues Dios se hará cada vez más presente en su vida. Ciertamente uno lo sabrá todo, pues Dios mismo se manifestará en su mente, concediéndole el don de la conciencia total”

 
 
 

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